¿Europeos nosotros?


No parece que despierte excesiva emoción eso de Europa. Es curioso: nosotros que de piquito tanto denostamos a España y, en cambio, tanto ensalzamos a Europa, nosotros mismos pasamos absolutamente de ella (Europa). Y no, no es sólo esta vez; también lo fue la vez pasada, y la inmediatamente anterior. Siempre ha sido así. !Ay Europa, cuánto te mentamos, y qué poco te apreciamos, cuán lejos estás!

En las elecciones españolas, en cambio, participamos más, nos interesan más, nos duelen más. ¿Por qué será?. Sabemos perfectamente qué representantes tenemos en Madrid, hacemos seguimiento de su labor y se convierten en parte de los representantes más conocidos de los nuestros (Anasagasti, Erkoreka, Lasagabaster, Barkos). ¿No será que estamos más cerca de España de lo que parece?. Por muy independentistas que seamos, parece que sintamos más cercanos a Zapatero y al Rey que a Chirac y la Reina Isabel II.

Yo soy "abertzale" independentista y "euskaltzale" (no sólo "euskaldun"), y quedo de piedra cuando observo cómo otros -que dicen tener mis mismos sentimientos- están totalmente al margen de la realidad de Iparralde, no saben quién es Jean Haritschelhar, Jean Pierre Destrade, Michelle Alliot-Marie o el mismísimo Jakes Abeberry. Peor aún, nuestros periódicos (con la salvedad de Berria) no nos informan que el Miarritze (equipo puntero de rugby de la liga francesa) va tercero en la clasificación y lleva sábado sí y otro también 7.000 espectadores a su estadio, lo mismo que el Baiona (éste en la parte baja de la tabla). O que un club de hielo como el Hormadi (Anglet/Angelu) va décimo en la liga francesa. Y así infinidad de casos.

Alguien decía que con la desaparición de Franco, de las fronteras, de las aduanas (...). Pero no, hay circunstancias mucho más determinantes que todo eso, eso que llaman el subconsciente, el "ethos", la verdadera realidad (no la virtual), que al fin a la postre es la que manda.

Hay lo que hay.