Lecciones de dignidad y de sentido del honor


Basar la actividad política, como hacen algunos nacionalistas, en una constante reclamación de la independencia, sin atender jamás a pactos, consensos o constituciones previas, es una conducta propia de delincuentes, extorsionadores, macarras y falsarios. Personas sin sentido del honor, de la dignidad, ni de la palabra, con las que no debemos compartir ni lotería de Navidad, pues si resulta premiada, te dirán que el acuerdo ha caducado. (leído en la red)

Cuando hace unas semanas iniciábamos la singladura de esta bitácora, todos o al menos quien suscribe asumía como algo de obligado cumplimiento la corrección en el uso de la palabra. Teníamos claro que en Arabatik se podría decir cualquier cosa, siempre dentro de un respeto a las ideas, a las personas y al lenguaje.

Como decía han pasado algunas semanas. En este tiempo me ha gustado visitar otros blogs, interesado en aprender de quienes llevan más tiempo en estas lides, y debo confesar que hasta hoy la cosa iba bien; he visitado bitácoras de todo tipo, con unos contenidos u otros, coincidentes o no con mis (nuestras) ideas, pero hoy la cosa se ha torcido y es que igual tenía que ser así. Hoy me he topado con la perla que recogía al principio. Por razones obvias omitiré la referencia al lugar de la red del que cuelga semejante monumento, pero lo que no voy a obviar es manifestar que, leyendo comentarios de este tenor, no puedo sino reafirmarme en, primero, mi condición de nacionalista vasco (sí, de los macarras y falsarios) y, segundo, en mi convicción de que, contrariamente a lo que escribía el autor del post, si algo está haciendo Ibarretxe, y con él cientos de miles de vascos, es dar lecciones de sentido del honor y de la dignidad.