A mi la legion...

Hace pocos días, comentando la presentación del último libro de Santiago Abascal, me autoemplazaba a tratar más en concreto las veleidades golpistas que parecían adivinarse en algunas de las palabras pronunciadas con motivo de aquella presentación.

La carne, dicen, es flaca y la memoria aún más, y por ello tenía yo por casi olvidado el emplazamiento que me había impuesto. Pero, como diría mi abuela, está de Dios que no lo olvide y hoy mismo me vuelvo a encontrar con otro regalo de D. Santiago. Preguntado éste acerca de qué solución habría en caso de que la mayoría de la población vasca votara a favor de las tesis nacionalistas y del Plan Ibarretxe, responde: Si estuviéramos en ese escenario, Ibarretxe convocaría un referéndum ilegal e ilegítimo con cuyos resultados se pretendería alterar unilateralmente la Constitución y declarar la independencia de una parte del territorio español. La solución a eso, que es lo que va ocurrir si hay una mayoría nacionalista, es que el Estado de derecho se imponga con todas las medidas que tiene a su alcance y se impida la celebración de ese referéndum.

Primero: hablar de solución es tanto como dar por supuesta la existencia de un problema. Luego mal empezamos. Plantear la hipótesis del triunfo de las tesis nacionalistas el 17 de abril como un problema, dice muy poco a favor de las convicciones democráticas de dúo entrevistado-entrevistador.

Segundo: calificar el eventual referéndum de ilegal e ilegitimo es tanto como calificarse de ignorante, toda vez que, precisamente estos días, se tramita en la Cortes españolas la derogación de la norma que, elaborada por el rodillo popular, tipificaba la consulta como delito.

Tercero: hace trampa el Sr. Abascal, al introducir una premisa falsa para llegar a la conclusión que le interesa. Hace trampa al inventarse que la consulta que los nacionalistas podrían promover, arrojaría como resultado la declaración de independencia.

Cuarto: ¿cómo debemos entender las palabras de este personaje cuando habla de que el Estado debe imponerse con todas las medidas que tiene a su alcance? Como el tema viene de antiguo y las referencias a ciertos medios son ya reiteradas por parte del entrevistado, me permito desde esta humilde tribuna poner en sobreaviso a quienes lean estas líneas: el Sr. Abascal y con él, en la medida que no lo desmientas, el Partido Popular el País Vasco, está amenazando con el uso de la fuerza, de las armas y de los tanques, así de claro…

Y como hace poco decía un ilustre nacionalista, ese día, Sr. Abascal, el día en que sus carros de combate enfilen este país, allí nos encontraremos, y no precisamente para dar la bienvenida a su ejercito de liberación. Cuando todos estamos de acuerdo en que la violencia de algunos es uno de los mayores problemas de este país, asusta, Sr. Abascal escuchar de su boca la llamada a la violencia de sentido contrario.