Los moros


Interesante y transgresora la perspectiva que Juan Eslava Galán expone acerca de un tema tan peliagudo como es el de la inmigración procedente del norte del continente africano.

TuaregCuando todavía no era políticamente incorrecto llamar a las cosas por su nombre, el historiador Antonio García Bellido, escribió: moros son las gentes del norte de África. Los griegos llamaban ya moros (mauroi) a los habitantes de Marruecos.

García Bellido creía que las invasiones moras son un factor periódico de nuestra historia porque el estrecho de Gibraltar no fue nunca, ni será, un Estrecho que separe sino un camino que une y enlaza. Ese antiguo camino se ha convertido hoy en una autopista para pateras por la que llegan sucesivas oleadas de emigrantes.

¿Sabemos algo de los moros aparte de que su religión les prohíbe comer cerdo y beber vino, los obliga a ayunar un mes al año y a rezar varias veces al día? Pocos saben que su Dios les exige que cumplan cinco mandamientos, o ibadat: oración, ayuno, limosna, peregrinación a la Meca y yihad, o guerra santa.

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El Islam es ecuménico, o sea aspira a imponer su verdad en el mundo. Para estos efectos, el mundo se divide en islámico, o dar al-Islam, «la casa del Islam» y dar al-harb, o «casa en guerra». «Esta casa en guerra pertenece, por derecho, al Islam al que la comunidad musulmana está obligada a incorporarla en cuanto las circunstancias lo permitan» –leemos en el manual de Martínez Díaz. Eric Santoni es más explícito, si cabe: «El mundo contemporáneo se divide en tres partes: Dar al Islam (la casa del islam), Dar al harb (la casa en guerra) y un tercer territorio en el que los musulmanes son minoría y han establecido una especie de tregua con el entorno».

Oriana Fallaci, por su parte, se atreve a decir lo que muchos piensan: que el Islam está invadiendo Europa «protegido por nuestras leyes complacientes, nuestro liberalismo, nuestro pietismo y nuestro miedo (…) Los quince millones de musulmanes que hoy viven en Europa son solamente los pioneros de futuras oleadas. Vendrán cada vez más, exigirán cada vez más. Negociar con ellos es imposible; razonar con ellos, impensable. Tratarlos con indulgencia o tolerancia, un suicidio. Y cualquiera que piense lo contrario es un pobre tonto (…) ¿Qué lógica tiene respetar a quien no nos respeta? ¿Qué dignidad tiene defender la cultura o presunta cultura de aquellos que desprecian la nuestra?»

Para muchos ese es el caso de España, claro. El Magreb exporta miseria a un vecino que tampoco está boyante. Una miseria que, si no fuera tan políticamente incorrecto, podríamos considerar el caballo de Troya de una cultura medieval, intolerante y agresiva. Los que desde esta orilla la favorecen aseguran que esos emigrantes «traen mundos». Es cierto, traen mundos, pero entre esos mundos llegan algunos que creíamos superados, mundos que nos ha costado mucho esfuerzo superar. ¿Puede venir de África tanto daño como algunos temen? Si Europa necesita gente, que venga. Los españoles tenemos un compromiso con nuestros hermanos de Hispanoamérica (no hay más patria que la lengua). ¿Y los moros? Los moros tienen todo el derecho a buscarse una vida mejor, pero quizá fuera mejor, incluso para ellos, que vinieran como íbamos nosotros a Alemania: con un permiso de trabajo, con todas las garantías del trabajador, y con billete de regreso.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

"Con nuestros hermanos de Hispanoamérica" dice el autor. ¡Pues sí que hay que ser sinvergüenza para decirlo! Durante cientos de años los europeos, con los españoles por delante, invadieron, usurparon, diezmaron y esquilmaron todas aquellas tierras, desde la tierra del fuego hasta la propia Canada´. Españoles, portugueses, holandeses, franceses, británicos, con la cruz de la Inquisición (bastante peor que el islám actual) como estandarte borraron de la faz del continente a gran parte de la población autóctona indígena; sus lenguas, sus costumbres, sus ciudades, absolutamento todo. "Nuestros hermanos de Hispanoamérica" dice, ¡jeta, que eres un jeta!

12 mayo, 2005 22:51  
Anonymous Anónimo dijo...

este autor es un capuyo un hijo de puta un cabron y todos los malos adjetivos possibles

02 noviembre, 2009 18:29  
Anonymous Anónimo dijo...

si no quereis respetar a los arabes musulmanes no vais a recibir ni petroleo ni oro,incluso son los musulmanes arabes quien han consrtuido toda andalusia en un momento en el que españoles vinieron cada vez mas al norte de africa para trabajar en agricultura y cuidar los burros.aquellos españoles son tu abuelos hijo de perra

02 noviembre, 2009 18:34  
Anonymous Anónimo dijo...

Vamos, no entremos en descalificaciones, el problema de los musulmanes, es no separar la religión de la vida civil y la mala interpretación del Corán. Corán significa signo y como todos los signos son interpretados según la cultura. Si se lee el Corán se puede saber esto.

04 diciembre, 2009 16:27  
Anonymous Anónimo dijo...

que ignorancia llega a reinar las mentes de algunos, que se creen saber lo que no saben, no digo que todods los que provienen de norte de africa son buenos o bien comunicados o pensados, pero el problema es creer que son demoños o ijos de satan, spiritus malvadas, unas descrpciones que fueron usadas para exterminar, y hacer esclavos a muchas naciones entre ellas los hispano americanos, los que fueron a punta de scopeta hispaniados, despues de que sus culturas y creencias fuera enterradas por los sabios y clementes personajes que pensaron como este sabelotodo autor, de semejante lectura de odio y ignorancia

16 enero, 2010 00:45  

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