Verdes valles, colinas rojas


Verdes valles...No había leído nada de Ramiro Pinilla, pero tenía noticias del libro. La temática me resultaba interesante. Hasta el diseño de la portada me atraía.

Logra integrar, desde una perspectiva a la vez épica y lírica, la historia y los mitos de una región, leía en un comentario.

En el panorama de la literatura narrativa actual, demasiado poblado por obras intrascendentes y de escasa ambición estética, Verdes valles, colinas rojas constituye un feliz acontecimiento. Es la vuelta de un escritor maduro, dueño de sus recursos y con un mundo propio, que concibe la novela como algo más que un entretenimiento para leer en el metro, terminaba una extensa recensión.

Las críticas y las recensiones venían, pues, a confirmar que la elección podía ser un acierto. Estaba ya casi decidido..., pero una última consulta con el Sr. Google, consultor de la práctica totalidad de quienes parece que no sabemos decidir por nosotros mismos y la opinión ha cambiado radicalmente: jamás leeré el libro.

¿Porqué?, por esto:

Continuar

– ¿Qué comparte y qué critica del nacionalismo vasco?
El nacionalismo existe y hay que comprenderlo para paralizarlo. Es una fe, y como toda fe es nefasta. La gente que lo defiende es mucha y muy bonachona. Sin embargo, ideológicamente son intolerantes y creen que su problema, que en realidad es pequeño comparado con los verdaderos Problemas, es el único. Hay que evitar que se desarrolle. Pero no me importa nada que el País Vasco sea independiente o no. Yo no soy patriota de nada, ni de España. Mi única patria es la infancia.

Son palabras del autor.

Ondo ibili, Ramiro.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Yo me lo compré el martes de la semana pasada, y aunque no he leido demasiado ya se le empiezan a ver a RP parcialidades exageradas.

Los malos malotes representandos por el tradicionalismo sabiniano y las buenas gentes obreras que han acudido a Euskadi llamados por el canto de la pujanza industrial.

PD repito que he leido poco, y puede que mis palabras sean precipitadas, pero creo que al margen de como se posicione su autor sobre el nacionalismo, el libro no me va a gustar...es totalmente binario: buenos y malos sin matiz alguno.

09 junio, 2005 08:59  
Anonymous Anónimo dijo...

Bueno, se trata de una novela, no? Quiero decir que ideológicamente podemos estar en las antípodas del pensamiento de algunos novelistas, pero eso no quiere decir que no leamos sus obras. Artapalo la está leyendo pese a que la novela es parcial en el sentido de que el novelista no se limita a contar una historia sino que la impregna con su propia visión de la realidad, y esa visión se encuentre muy lejos de la nuestra.

A mi particularmente me gusta leer a quienes no piensan como yo, intentar descubrir los mecanismos mentales por los que llegan a conclusiones tan distintas a las mías, rebatir mentalmente sus argumentos mientras los leo, aunque sin caer en el masoquismo de fustigarme con la lectura de esa legión de gacetilleros que han hecho del insulto al vasco una profesión.

10 junio, 2005 11:27  

Publicar un comentario

<< Home