Septiembre... la berrea.

Y yo con estos pelos. Llevaba días tratando de entender la política de gestos, declaraciones e insinuaciones que vivimos en los últimos días y no lograba llegar a una conclusión.

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Imaz con su discurso descafeinado, Zapatero con su política de talantes y su intervención en el Senado, ETA con su comunicado de no-se-que-oportunidades…., Otegi a vueltas con Anoeta (ya debe pesar el velódromo ese…), y ahora Diez Usabiaga con un discurso sobre el multilateralismo en las decisiones, diseñado en copto antiguo,… en fin, que andaba yo loquito por entender algo.

Bueno, pues ya me he quitado el agobio y ha sido al recordar las fechas que son: ¡¡¡la berrea!!!. Si es que un bachillerato bien hecho te saca de muchos apuros.

¡Es la época de la berrea!, cuando los bosques se llenan con sonidos excitados. Se inicia la berrea y los machos de ciervo elevan sus corvas, bramando a los cuatro vientos. Luego, comenzarán las peleas. ¡Esto ya me suena!

Entre mediados y últimos de septiembre, los ciervos machos adultos se encuentran en su máximo esplendor. Lucen sus cuernas altivos y orgullosos, (…). Los machos no sólo braman y pelean en los claveros; también escarban y orinan sobre la tierra, formando un barrillo en el que se revuelcan para delimitar su territorio.

Las cuernas golpean y se enredan entre sí, sin llegar a herirse ningún contrario. Tan sólo se limitan a mostrar su fuerza al contrincante.

¿A que los entrecomillados parecen sacados de una crónica política de los últimos días?

Para los interesados, les propongo los siguientes enlaces de coyuntura política:
Revista Ibérica y Real Posada