Es muy difícil que, con tan buena voluntad, se puedan cometer más errores. Empezamos con el Nafarroa Euskadi da de todos los partidos, salvo la derechona navarra; y terminamos con el Denok gara Nafarroa de Nabarralde. En medio de ambos, se está construyendo otro escenario con los pies puestos en la realidad, admitiendo, como base desde la cual partir, y con voluntad de reformarlo, el actual marco jurídico-político vigente en Navarra, prioritando el marco autónomo de decisión navarro.
Es un placer ver preocupados a los de UPN. Y aún más cuando es consecuencia del “buen hacer” de la oposición política. También Sanz prefiere una Navarra roja que rota. La cuna de requetés no se inmutaría por un interinidad gubernamental de los “rojos”, si aún quedan, pero estaría dispuesta a otro alzamiento nacional si los que asoman el hocico son los abertzales, ligados a los invasores del norte.
Los nervios de Sanz/UPN llegan a tal extremo que no dudarían en dejar fuera de circulación a sus coaligados de CDN. No a otra razón responde, sino, la amenaza de modificar, al alza, el porcentaje mínimo de votos necesarios para disponer de representación en el Parlamento Foral. Saben de sobra que la actual conformación parlamentaria y, por ende, gubernamental sólo es consecuencia del destierro, por ilegalización, de Batasuna.
Nafarroa Ez decía el presidente, que rezuma fobia antieuskérica hasta por los orificios nasales. Más miedo a los ausentes que a los presentes, a los posibles que a los reales. Sus envenenados dardos contra el PSN también iban en la misma dirección: las nefastas consecuencias que acarrearía a la Comunidad Foral coaligarse con los nacionalistas enemigos de la Navarra Grande.
Considero que ahora más que nunca es necesaria la cordura y el juego inteligente en Navarra para, en primer lugar, desalojar a estos peligrosísimos y corruptos primates de la política, y para, en segundo lugar, articular desde el abertzalismo una fuerza capaz, incluso, de gobernar o, cuando menos, co-gobernar las instituciones navarras.
Veinticinco años de cerril política contraria a todo vestigio euskaldun han dejado huella profunda en la sociedad navarra, que es preciso corregir. Hasta los irredentos de ETA/Batasuna son conscientes de que su proceder ha sido nefasto. Esa actitud es, en una formación tan ortodoxa e ideológicamente disciplinada, harto elocuente.
No hay tiempo que perder.
1 Comentarios:
La de Navarra es una de las asignaturas pendientes del PNV. Lo es ahora y lo ha sido desde la vuelta a la legalidad democrática. En ningún momento han sabido los partidos nacionalistas vascos elaborar una oferta que fuera realmente atractiva para Nafarroa.
Más allá de actitudes misioneras o colonialistas, siempre se ha pecado, a mi juicio, de un no saber entender y reconocer la personalidad específica de aquél territorio, y no hablo únicamente de las derechonas (porque, en mi opinión son dos, la española y la napartarra), de las que podríamos predicar, uno tras otro, todos los tópicos que quisiéramos, hablo de los muchos navarros que, sintiéndose tales, se sienten también vascos.
Y es que en este tema existe un problema, a Nafarroa no se puede ir con discursos de profundización autonómica o economicistas o de mejora del nivel de vida, porque en esos aspectos están tan bien o mejor que en la CAPV; habrá que ir con planteamientos de ideas, de discurso político y de mutuos reconocimientos.
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