Días de vino y rosas

Empezó siendo un acuerdo de caracter exclusivamente presupuestario. Casi casi había derivado ya en un primer "gran acuerdo posibilitador del consenso sobre normalización y paz", prevaleciendo su trascedencia política sobre su alcance económico. Pero las cosas no iban a ser tan sencillas...

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... y empezaron los dimes y diretes de que si la cifra negociada era de 27,2 (versión Zenarruzabeitia) o de 249 (versión Ares/Pastor) millones de euros y la cosa se ha venido "encabritando" hasta llegar a la intervención de Pastor (PSE), esta mañana en Radio Euskadi: "no vamos a consentir declaraciones del tipo de las otro día, decía en referencia a la lectura que el Gobierno Vasco hace del acuerdo, que traten de poner en cuestión el propio acuerdo, porque eso es faltarnos al respeto. Si eso no se corrige nosotros no tenemos ningún problema en dejar en suspenso el acuerdo".

Conviene aclarar, para terminar, que el enfado es con el Gobierno ("con esa cuadrilla que tiene de socios", decía). Al contrario de lo que opinaba sobre la actuación del ejecutivo vasco, lo que sí le ha gustado a Pastor es la actitud del portavoz del EBB, Iñigo Urkullu, de cuyas recientes declaraciones se ha "congratulado".

Y quienes asistimos al rifirafe nos preguntamos: si el acuerdo está por escrito, ¡qué más dará si uno quiere ver la botella medio llena y otro la ve medio vacia: "lo escrito, escrito está", más allá de como quiera verlo uno u otro! ¿O hay algo más?