Curriculum vasco: PSE y CCOO como el perro del hortelano

La parlamentaria del PSE, Isabel Celaá, ha manifestado, respecto del curriculum vasco, que: «Nos parece inasumible que una cuestión de tal entidad tenga que ser cocinada por una entidad privada como es la agrupación de ikastolas, fuera del Parlamento y al margen de la comunidad educativa». Para Jesús Nogales, de CCOO, el curriculum «Está hecho en clave ideológica, sectaria. Es fruto de una decisión política, de los intereses propios de la anterior Consejería». Y todo a raíz del V Congreso Nacional de la Confederación de Ikastolas en el que participaron unos 250 representantes de las ikastolas de toda Euskal Herria, miembros de las juntas de padres y madres, directores y profesores, y en el que se dio a conocer la propuesta de currículum vasco elaborada a lo largo de estos cuatro últimos años.

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El curriculum vasco responde, básicamente, a una cuestión: ¿Cuáles son los conceptos, habilidades y valores mínimos que un chaval de 16 años que estudia en un centro de enseñanza de Euskal Herria de haber adquirido cuando finalice la enseñanza primaria? Se han estudiado ámbitos como la educación para el desarrollo personal, el ecologismo, la educación ambiental, el feminismo, la educación intercultural, la historia, los medios de comunicación, el internacionalismo y varios más.

Más de uno se preguntará que en su elaboración se ha primado el sesgo abertzale y, si me apuran, de la izquierda abertzale, por eso de la activa y eficiente participación de Udalbitza en el proyecto. A la cuestión responde Iñaki Etxezarreta, director de la Confederación de Ikastolas: «A pesar de que se haya creado una cierta confusión al respecto, las cosas están muy claras entre nosotros. Hay un reparto de roles entre Udalbiltza y las ikastolas. Ellos están consultando a los agentes sociales, tales como entidades culturales, grupos de danza, corales y movimientos sociales, sobre los contenidos mínimos que definirían la identidad vasca. Nosotros nos responsabilizamos del currículum que corresponde a la escuela. La enseñanza no es una labor exclusiva de la escuela, sino de toda la sociedad».

El germen del proyecto está datado en 1996, y la idea surgió del la Confederación de Ikastolas. Hace cuatro años la Confederación, Udalbiltza y Sortzen-Ikasbatuaz iniciaron un recorrido al que se han sumado posteriormente Eskola Kristauak, Euzko Ikastola Batza, Biga Bai, EHIGE, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y otros.

¿Qué molesta a Celaá y a Nogales; o mejor dicho, al PSE y a CCOO? Quizá que se pretende educar a los nuestros en otros valores más cercanos, más apegados a nuestra tierra (Euskal Herria). Pero, ¿acaso no lo estamos haciendo ya? Nogales, de CCOO, dice que toda la enseñanza debe ajustarse a la LOE, ley que, como orgánica que es, invade competencias de las CCAA. También las nuestras. Según esa ley el 55% del diseño curricular le corresponde al Estado, y a las Comunidades corresponde el 45% restante.

Para entender el alcance de los porcentajes citados es suficiente con que quien tenga hijos en edad escolar eche un vistazo a sus libros de texto. Libros elaborados para todo el Estado y adaptados para cada Comunidad autónoma. Así se habla del diseño territorial constitucional de España, pero no del de Francia, correspondiente a Iparralde. Nuestros hijos estudian El Quijote de Cervantes, pero no El Avaro de Moliere. Nuestros hijos tienen en sus textos el mapa autonómico de la CAV, pero ninguno que abarque toda Euskal Herria. Nuestros hijos sabrán hoy quiénes fueron los Reyes católicos, pero desconocerán la historia del Reino de Navarra.

Es incuestionable la importancia de su puesta en marcha. ¿Es ideología? Sí, evidentemente. Después de siglos de diseño curricular español, va siendo hora de que, por eso de la discriminación positiva, cambien las tornas. Supongo que el señor Nogales y la señora Celaá están muy identificados con lo que ahora mismo nuestros hijos tienen entre manos, pero un porcentaje muy elevado de vascos queremos un desarrollo diferente del curriculum de nuestros chavales. Comprendo que quienes se sienten molestos con que sus hijos se vean abocados a aprender euskara estarán fuera de sus casillas con este planteamiento. Pero es que a esos mismo les molesta el lehendakari vasco, el Parlamento vasco, el Nuevo Estatuto, y consideran que Hendaia es el extranjero y Axular algún extravagante perdido en la historia de los abertzales extremistas.

Son como el perro del hortelano: “ni joden, ni dejan joder”. Si no fuera porque estamos ya muy habituados (…)