El acuerdo del Estatut o aquello de “Cuando las barbas del vecino veas (…)”

Al final se han conformado con la pela. ¿Será el seny catalán? Carod Rovira estará que trina. La arriesgada apuesta por la reforma del Estatut fue iniciativa del tripartito catalán, pero, casualmente o no, ha sido una formación no gubernamental (CIU) quien ha desbloqueado en Madrid el Estatut y quien ha anunciado, por boca de su portavoz Mas, el acuerdo final. Acuerdo que, en lo relativo al término nación, establece que será recogido en el preámbulo del Estatut "el Parlamento catalán, recogiendo el sentimiento y la voluntad de los ciudadanos de Cataluña, ha definido de manera ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación". En el articulado se establece que Cataluña es una nacionalidad, con la siguiente redacción "la Constitución española en su artículo segundo reconoce la realidad nacional de Cataluña en forma de nacionalidad"

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La opción, parece ser, era doble: o quedarse con lo que Madrid daba, o irse de rositas a casa. Madrid ha concedido el protagonismo a CIU, probablemente porque los dos estuvieran necesiados de él. Concretamente a Mas. Ni siquiera a Maragall. Ni mucho menos a ERC que, a mi entender, ha sido la gran marginada de la jugada. Habrá que ver cómo interpreta la sociedad catalana el final del embrollo. A ver cómo le venden que Madrid ha rechazado el acuerdo alcanzado en el Parlament por el 90% de sus miembros.

ERC tiene un salida muy complicada. Ha de tomar la decisión de aceptarlo o rechazarlo. Aceptarlo después de haber sido marginado del acuerdo final es un plato de mal gusto. Si lo rechaza, su papel en el Gobern (hasta la convocatoria de elecciones) y ante la sociedad catalana se verá trastocada sustancialmente.

Zapatero respira. Ha conseguido que los catalanes no colaran el término nación, lo que habrá desarmadao, momentaneamente, los vapores de la derechona. ZP necesitaba este acuerdo más que nadie. Ha sido CIU quien le ha tendido la mano, más pensando en ella misma que en la delicado situación de ZP. Rodríguez Zapatero ha sido el gran triunfador del embite, no cabe la menor duda.

Tengo mis serias dudas de que la foto de ganador y del acuerdo vaya a reportar dividendos electorales a CIU, salvo que desconozca absolutamente las cuestiones del seny. CIU ha sido un Guadiana en este proceso. Lo mismo estaba, que desparecía. Ha primado em ellos más su particular visión partitaria que la global. Por eso que el hecho de haberse hecho la última fotografía no tenga porqué ser necesariamente benefecioso para ellos.

El otro punto de importancia de este escuálido acuerdo es su influencia en la situación de Euskal Herria, en los procesos en ciernes. La sensación es agridulce. Por un parte disponer de un ZP liberado, con una victoria (que bien pudiera ser doble si incluimos la prohibición del acto del BEC) en sus manos, es un factor positivo. Puede tener la legítima pretensión de ir a por todas en el conflicto del Norte, pacificarlo y aparecer en las elecciones del 2007 como ZP “El pacificador”. Por otra, es preocupante el techo marcado por el Estatut. Si no han conseguido introducir el término nación en el articulado, ¿que posibilidades tenemos nosotros con el “derecho a decidir”? Jodido lo veo.