De cuchipanda a la City


Esta sí que es buena. Tenemos a más de medio "gabinete Alonso" de viaje privado en Londres. No han dudado en trasladar a la semana que viene su consejo de los viernes. Tampoco se han parado a pensar en que iban a volar barato desde Bilbao con Easyjet, la compañía que hace la competencia a Ryanair, cuya implantación en Foronda tanto ha costado. La idea era que todos los concejales "populares" (excepto el sedentario Echevarría) pudieran hacerse la foto con el cambio de guardia de Buckingham Palace, pero la cosa saltó a los medios, se armó un poco de escándalo y el propio Alfonso Alonso ha tenido que recular.
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Más de un teléfono de los despachos de alcaldía ha debido echar humo con este embarazoso asunto pero, al margen de la evidente falta de tacto en la elección del vuelo (¿tal vez por un liberal ramalazo de defensa de la competencia?), la pregunta que no acaban de contestar es: ¿qué es lo que hace que el equipo de gobierno abandone su principal responsabilidad, es decir, la junta de gobierno? No puede tratarse de un simple viaje a London.

Me cuentan que, con estas vacaciones improvisadas, el gabinete Alonso ha dejado sobre la mesa la continuidad de varios hogares funcionales, obras de mejora en una escuela infantil, modificaciones urbanísticas en Jundiz y Salburua, ayudas al estudio del euskera, un par de convenios de colaboración, una contratación de seguros, el mantenimiento de las piscinas municipales y cuatro asuntos de tribunales. Entre pitos y flautas, son cuestiones valoradas en cerca de 17 millones de euros. Me dirán que sólo lo van a posponer un par de días pero, repito, ¿qué es lo que hace que abandonen sus obligaciones tan alegremente?

Desde su llegada al poder hace siete años, la principal guía en la acción de gobierno del PP ha sido procurar a Vitoria "glamour". Para ello no dudaron en multiplicar el presupuesto de saraos donde cultivar (al alimón con el grupo Vocento) toda una casta de supuestos VIPs. Para ello no dudan en enviar como embajador "de gala" al concejal de Urbanismo (alias "Zancoman") a todo evento importante relacionado con la Casa Real. Para ello tampoco dudan en defender a capa y espada un proyecto de Auditorio concebido para las élites locales.

Visto así, el viaje Londres sólo puede ocultar una misión prioritaria y enormemente trascendental: la búsqueda del glamour a toda costa. No puede haber otra explicación.