Tándem Lasa-Urkijo

Mucho se ha escrito en Arabatik acerca del microclima de amiguismos y amistades particulares que parece instalado en los pasillos y dependencias del Gobierno Vasco y que resulta determinante a los efectos de los nombramientos y rotaciones de cargos y cargas.

Dentro de esa dinámica, resultaba atípica la figura de la Directora para la Atención de Víctimas del Terrorismo. A muchos se nos escapaba el porqué último de la presencia de una persona como Maixabel Lasa que, más allá de su propia condición de "víctima", resulta ser una persona estrechamente vinculada al entorno del Partido Socialista y protagonista en más de una ocasión de importantes desavenencias con la gestión que, respecto a su área de competencia, mantenía el Gobierno Vasco. Incluso su continuidad en el actual Gabinete se produjo con "sus más y sus menos".

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Comenzaba diciendo que el caso de Lasa quedaba al margen de aquellas idas y venidas de amigos y conocidos, pero las últimas noticias confirman que no es así, que también en ese reducto que ella gestiona se respira aquél mismo microclima.

Resulta ahora que Txema Urkijo, el que fuera, desde la Dirección de Derechos Humanos, coprotagonista de muchas de las mencionadas desavenencias, después de abandonar su anterior cargo como consecuencia de sus múltiples y graves discrepancias con Azkarraga, es reconducido de la mano de Lasa y como "apuesta personal" suya, a la condición de asesor en su dirección.

¿Tendrá algo que decir el tripartito en cuanto a esta nueva figura de las "apuestas personales" (y parece que soberanas) de sus cargos? Creado y bendecido el modelo, ¿hasta dónde puede llegar el alcance de este tipo de apuestas personales? ¿No tiene el PNV entre su gente alguien capaz de gestionar un área tan importante como es ésta, sin tener que recurrir a equipos que, como demuestra la experiencia de los últimos años, lo harán según parámetros propios y enfrentados muchas veces a los criterios del Gobierno?