El día después: más allá de la hojarasca


Zapatero se ha hecho ya con la tregua. No tendrá, a poco que vayan bien los acontecimientos, más atentados en años. Se comprometió, él también, con el modelo de doble Mesa. Una está, obvio es, en marcha, aunque necesite del apoyo explícito del Congreso para negociar los aspectos “militares”. Queda la Mesa de Normalización, la más importante para esta país. El lehendakari ha andado rápido, no sé si del todo fino, y ha anunciado la formación de una mesa sin exclusiones que negocie un acuerdo de normalización. Dicen que el que da primero, da dos veces. El PP, ahora y más tarde, dirá que no, aunque matizará. El PNV está en un peligroso terreno de nadie. El resto se sentará, independientemente de cómo sea el procedimiento de conformación y de quién la dirija.
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Rodríguez Zapatero sólo tiene que gestionar la tregua hasta el 2007. Venía ya con suficiente oxígeno con el Estatut. Con la tregua de ETA está sobrado ¿De cuánto teimpo dispone? Le resultará más sencillo el desarrollo de la Mesa de la Paz con ETA que el de la Mesa de Normalización con los partidos políticos. Un Estado soporta mal que bien 1000 muertos, pero casi nunca un derecho de autodeterminación o una cesión de soberanía. Con la experiencia de Cataluña Zapatero se tienta la ropa, y piensa.

Y pensará que tiene trabajado el terreno hasta el 2007, pero el 2008 se le hace muy, pero que muy largo. Ayer ponía Hemengo en boca de Otegi la siguiente reflexión: “Vamos a llegar a las elecciones de mayo de 2007 sin ningún tipo de acuerdos. (…) A Zapatero no le podemos poner en el brete de un acuerdo político antes de las elecciones generales de 2008…”. El presidente español sólo tiene un opción: adelantar las elecciones generales de 2008. Es imposible administrar una situación de impasse en dos años.

Es imposible, entre otras razones, porque el resto de agentes también interviene, no sólo el PSOE y el MLNV. Ahí están el PNV y el PP. El PP sabe que Zapatero está de subidón, y tendrá que retocar su actuar y, sobre todo, su discurso. Para ello tendrán que deshacerse de la actual dirección de la Cope, que es lo mismo que decir de Jiménez Losantos; y también de algunos de sus dirigentes, entiéndase Acebes o Zaplana (Aznar es Aznar). Ya han abierto un flanco de moderación con el ABC de Zarzalejos. El grupo Vocento ha dado órdenes de ser condescendientes y contemplativos con el proceso de paz. Todavía no hay consignas para el proceso de normalización, que es, no nos engañemos, el gran proceso.