Si dicen, ¿que digan?

¿Merece la pena prestar atención y dar credibilidad a “lo que se dice”? Es la eterna pregunta –y sigue sin respuesta-: “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”, dicen unos; “algo habrá si tanto se habla”, replican otros. Y por seguir con el refranero, conviene también recordar la conocida máxima de que “el rumor es la antesala de la noticia”.

No es la primera vez que asoma esta especie de serpiente de verano en forma de confidenciales de la Villa y Corte, pero es evidente que, sean ciertos o no, en los últimos días arrecian… y de qué manera. Nos referimos a los comentarios que se pueden leer relacionados con el discurrir de las relaciones entre el partido socialista y los nacionalistas del PNV, y los consiguientes y presuntos -des-equilibrios internos de éstos últimos.

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Recientemente han sido varias las “apariciones”. Ayer era elconfidencial.com quien titulaba: “Imaz negocia con el PSOE a espaldas de Ibarretxe el papel del PNV en el proceso de paz”. Hoy es elconfidencialdigital.com quien nos “anuncia” que “Imaz vive más tiempo en Madrid que en el País Vasco y tiene hilo directo permanente con Zapatero”. En ambos casos –y podrían citarse otros….- la rumorología reciente viene a coincidir en tres cuestiones: la sintonía ZP-Imaz, lo fluído de sus contactos y el veto a Ibarretxe para formar parte de esa “tertulia”.

Las dos primeras circunstancias no irían más allá de una normalidad en la relación política y personal. La tercera es la que debe encender la luz de alerta y es que, escuchando reiteradamente que ese veto existe, las explicaciones o desmentidos de los que hasta la fecha hemos tenido noticia son, de todo punto insuficientes: "… y mejor no hablo de los confidenciales, por -como se dice- contenerme y por moderarme" ("…eta ia ez dut Interneteko konfidentzialei buruz hitz egingo, esaten den bezala, `por contenerme y por moderarme`"). Es momento de hablar alto, de desmentir rotundamente y, en su caso, de denunciar el interés que podría ocultarse detrás.

La alerta ya ha sonado en la red y desde aquí nos sumamos al grito de Sondika: Ibarretxe aurrerá!