El incontrolado P. Urrutia y la prudente U. Barkos


No es posible que no aprendamos de los errores históricos. Cuatro circunstancias han sido claves para el alejamiento paulatino de Navarra del conjunto de Euskal Herria:

1.- El desmarque estratégico de los socialistas navarros de un marco de actuación política conjunta en Hegoalde. Fue entonces cuando los socialistas consideraron a Navarra “cuestión de Estado”, al igual que hoy lo hacen UPN/PP.
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2.- La consigna “Nafarroa Euskadi da” que fue hábilmente explotada por las fuerzas navarristas para engordar el fantasma del anexionismo vasco.

3.- La crueles acciones de ETA hasta ayer mismo.

4.- El planteamiento ortodoxo y maximalista de Herri Batasuna y sus sucesores. Y, por otra parte, el olvido al que se ha visto sometido por parte del nacionalismo gobernante en la CAV.

Creíamos haber superado ciertos pronunciamientos. Creíamos haber coincidido en que mentar la bicha del anexionismo era peor que el propio accionar de ETA. Creíamos que la hora de desarrollar una política más de acorde con los tiempos, más centrada en Navarra, en su historia, en su milenaria lingue navarrorum, en actuar para construir, para tender puentes, en intentar retirar del poder político a quienes después de quince años de gobierno están creando una situación más real que virtual de rechazo a todo lo que suponga o huela a euskara o vasco.

Creíamos todo eso cuando ahora nos viene el intruso, el incontrolado Urrutia para decirnos que: «Nafarroa es la columna vertebral y el eje central de la solución del conflicto político. Sin Nafarroa no será posible ninguna solución». ¿O no es sólo Urrutia, sino también Batasuna? Sanz habrá dormido tranquilo. Por fin podrá sacudirse la carga que le había supuesto el tema de Barañain e hincarle el diente a estas declaraciones ¡Si es que lo hacemos todo gratis!

El diario Gara lo publica como noticia de cuarto orden, justo después del pronunciamiento de Uxue Barkos, a la salida de su reunión con Zapatero: “Estoy absolutamente convencida de que nadie se plantea en estos momentos violentar la voluntad política de los navarros respecto a su estatus político. Yo no venía preocupada y me voy tan tranquila como he venido. La coalición jamás aceptaría un eventual cambio de estatus por encima de la voluntad de los navarros. Zapatero me ha transmitido que jamás se ha puesto el nombre de Navarra encima de la mesa en instancias oficiales. Estoy preocupada porque alguien pueda utilizar a Navarra como elemento para entorpecer el proceso, y por ello sugiero a Zapatero que se entreviste con Miguel Sanz y le informe del proceso que se está viviendo".

Pues ya ven la diferencia entre ambos. Ya tiene Barkos dos polos donde observar y por los que preocuparse: los ultra-navarristas de UPN/CDN y los ultra-vascos de Batasuna. ¡A dónde vamos con esta gente!