Izki: los otros agujeros del golf alavés


Golf

Hace más de una década se presentaban como una de las soluciones para la revitalización de determinados entornos rurales. Los campos de golf, además de ser una forma de autoafirmación del status social, se vendían como un factor definitorio y determinante de los “nuevos tiempos” del medio rural.

Las instituciones alavesas no dudaron en apostar los dineros públicos a aquél caballo ganador y es ahora cuando vamos conociendo los resultados de aquella apuesta: un millón de euros de pérdidas en dos años, es el resultado de la sociedad gestora de los campos de Lagrán y Urturi. “El balance económico del pasado año registra que la empresa gestora, Naturgolf, perdió 797.610 euros (132.700.000 pesetas). En 2004 las pérdidas llegaron a los 485.737 euros (80.800.000 pesetas) y en 2003 fueron de 341.917 euros”, denuncia hoy ante los medios alguno de sus consejeros.

No es la primera vez que nuestra Diputación Foral se embarca en proyectos que, de ser la “panacea” del desarrollo rural, pasan luego a ser verdaderos agujeros negros para el erario público. En la misma comarca donde se ubican los campos de golf de los que hoy habla la prensa, se ubica otra iniciativa nacida también a la sombra del presupuesto foral y gestionada en sus comienzos (¡curiosamente!) por la misma persona que ahora los campos de golf (“tanto monta, monta tanto…”): Biomendi.

Si bien es cierto que a nadie le ha sido dado el don de "acertar" en la iniciativas empresariales y, por ello, a nadie le es exigible el 100% de éxito en sus inversiones y en la gestión de sus proyectos, como vecinos alaveses sí nos asiste el derecho de conocer en detalle cuestiones como los estudios previos que hacían, previsiblemente al menos, viables este tipo de proyectos, la dedicación y el empeño real de sus gestores en llevarlos a buen puerto y el compromiso de los consejeros y consejeras designados por las instituciones (Diputación, Ayuntamientos, Cuadrilla, etc…) para estas sociedades en el seguimiento e impulso (empresarial) de su actividad.

Valorar estas iniciativas en términos de rendimiento electoral, frivolizar con la condición de consejero de cada una de ellas, designar los equipos de gestión sobre la base de la docilidad y el amiguismo, sin reparar en la idoneidad profesional de los perfiles y recurrir, cada año, a los presupuestos públicos para disimular el fracaso de esas sociedades, es defraudar a los alaveses. Es vendernos la moto de que invirtamos (porque es nuestro dinero) en proyectos de “éxito seguro” para luego seguir exprimiéndonos cada año, en espera de “tiempos mejores”.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Tenemos que recordar que este proyecto surgió cuando gobernábamos. Mas que la iniciativa lo que resulta realmente desastrosa es al gestión que el PP ha ehcho de ella.

30 mayo, 2006 12:16  
Anonymous Anónimo dijo...

Tienes toda la razón Badaia, pero llama la atención que repasando los nombres de quienes estuvieron y está implicados en los proyectos que se mencionan, verás que todos ellos siguen en la gestionando presupuestos públicos. Y el gerente, que primero fue de la confianza del PNV, ahora lo es del PP, y si sigue ahí no se podrá decir que es por lo existoso de su curriculum.
No entiendo nada de golf, pero dudo que Alava genere demanda suficiente como para hacer rentables tres campos y de eso parece que nadie se dio cuenta. Otra cosa que no entiendo es qué pinta esta sociedad llevando la gestión de los parques naturales de Araba.

30 mayo, 2006 12:31  

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