Al hilo de lo que cuentan

El diario Gara publica hoy un extenso análisis de la situación política vasca actual y, más concretamente, del proceso político en ciernes. Del análisis, que en su edición digital carece de firma, lo que más llama la atención es la importancia que concede a las elecciones de 2007: “el curso que ahora comienza tiene examen a finales de mayo con la celebración de elecciones municipales y forales”, lo cual extraña en ese sector que se aglutina en torno a ETA/Batasuna, ya que para ellos las citas electorales no han sido, hasta el presente, determinantes en el proceso de acumulación de fuerzas.

Estando aun anatemizados por la Ley de Partidos y por su ilegalización, reconocen que la cita electoral es algo más. Lo plantean, también ellos, como una reválida. Son más conscientes que nadie de que la actividad política del nuevo curso, el eje del debate “volverá a estar en el proceso de normalización democrática y su núcleo seguirá siendo la creación o no de la mesa de partidos. De ella dependerá no sólo el transcurrir del próximo curso político sino también, con toda probabilidad, de los que tengan que venir en el futuro.”

En cuanto al proceso JJ Imaz, por primera vez desde el alto el fuego, giró recado a Zapatero. Imaz es un confidente de lujo del presidente español. Está al tanto de todos los detalles. Si ha abierto la boca para manifestar que el proceso no está encallado y para insinuar la necesidad de un urgente acercamiento de los presos es porque sabe lo que dice, sabe que puede haber movimientos a corto plazo y él se ha prestado a soltar la liebre reivindicativa. Es más que probable que haya novedades, antes, incluso, de que Batasuna pase por el aro de la relegalización.

Dicen también los de Gara que “los trabajos de cocina, que no avanzan a los ritmos inicialmente previstos, difícilmente darán frutos si no se resuelven estas cuestiones de fondo” Se ve claramente que la perspectiva optimista de Imaz no coincide con la de Gara, para quien una (no la más, curiosamente) de las cuestiones elementales es “si el proceso debe estar regido por la voluntad de la sociedad vasca libre y democráticamente expresada o debe constreñirse a los parámetros de la actual legalidad española”. Imaz parece tenerlo más claro: "lo importante es que la sociedad vasca cuente con un camino para poder decidir su futuro de forma democrática". Habrá que ver su recorrido práctico.

Otro punto de conflicto, según Gara, puede surgir respecto del papel que debe corresponder a Ibarretxe que, “en ocasiones adopta un discurso de liderazgo que algunos agentes con notable peso específico, como el PSOE o la izquierda abertzale, no le reconocen”. Claro que bien se puede decir lo mismo de Rodríguez Zapatero y de ETA o Batasuna y, sin embargo, nadie les niega parte de la centralidad en este proceso. Lo que es inaceptable es que se vete a personas como el lehendakari que son el referente claro de una parte de la sociedad vasca bastante más numerosa que la que apoya a socialistas y batasunos todos juntos.