Yo y los mios

"Algún día, este país debería presentar una demanda por daños y perjuicios". La frase no ha salido de boca de algún empresario extorsionado durante décadas por la acción violenta etarra y de su mundo. La ha soltado Otegi, dolido por las contínuas fianzas que la judicatura le impone para no ingresar en prisión. Esta otra «Ahora vemos claro que entonces tenían órdenes de tirar a matar» tampoco ha sido manifestada por el hijo de Múgica, la madre de Pagazaurtundua o por el hermano de Korta. No, es obra de Josu Ormaetxea, hermano de Iñaki, muerto a tiros en Morlans hace quince años.

Los americanos reciben a sus soldados muertos con honores militares, y son considerados como patriotas ejemplares. Se olvidan, sin embargo, de hacer un breve comentario sobre los miles de iraquíes, mayormente civiles, que mueren o matan en Irak. Sólo existen ellos; o los israelíes, que lo mismo da. Las muertes generadas por la propia acción armada no importan, por ser del enemigo.

Otro tanto ocurre en el mundo ese de ETA, Batasuna y su entorno. Hay que ser muy caradura para exigir indemnizaciones cuando se ha generado tanta destrucción. Muy atrevido para ensalzar al hermano muerto y callar las ejecuciones llevadas a cabo por él, o las que hubieran sobrevenido en caso de que no hubiera sido interceptado él y sus compañeros de hazañas. No eximo a los gurdias civiles, pero tampoco a quienes tenían como misión, antes de caer abatidos, generar muerte y sufrimiento. En su día estas actitudes estaban excusadas en la ponencia Oldartzen, y moralmente aceptadas por su mundo ¿Y hoy?

Si ha de llegar alguna reconciliación habrá de ser con reconocimiento mutuo del dolor causado. Desconozco si el punto de llegada ha de ser el mismo para los unos y para los otros, no se desprende eso de lo manifestado por Blázquez. De lo que no albergo dudas es que en el punto de partida todo ha de cambiar. Pretender hacer de los etarras mártires y sumos patriotas para el conjunto del pueblo es una labor imposible. La historia, dependiendo de la interpretación que se haga de ella, dejará a cada cual donde le corresponde. Mientras tanto, no estaría mal que empezáramos a cambiar ciertos hábitos.