Jueces y FSE: ¿mentirosos o corruptos?


Todavía hace pocos días supimos del archivo, por parte del CGPJ, de la denuncia formulada por Gorka Agirre contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska por filtraciones de datos del sumario referido a la red de extorsión de ETA desarticulada el pasado mes de junio. La magistratura parecía avalar con su resolución la discreción de las diligencias instruidas por el polémico juez, pero la realidad, dicen, es tozuda, y hoy podemos ver en los medios, por cortesía del Colpisa, la más clara demostración de hasta donde puede llegar la falta de rigor –y la consiguiente indefensión de la ciudadanía- en los modos de esta versión "democrática" del Tribunal de Orden Público.

Hoy, sin ningún tipo de disimulo, se nos informa de cómo “el magistrado de la Audiencia Nacional investiga en secreto, dentro del sumario contra la red de extorsión de ETA, investiga al jefe de seguridad del PSOE, Fernando Mariscal, por la llamada de teléfono que el 4 de mayo pasado alertó a Joseba Elosua, el presunto jefe de la red de extorsión de ETA en España de que la policía estaba a punto de desencadenar una redada para detener a todos sus miembros".

Quien sea el autor de la noticia ha tenido incluso acceso a detalles tan concretos como los contenidos en "un informe que la Guardia Civil entregó hace días al juez instructor y que analiza los cientos de llamadas telefónicas realizadas el 4 de mayo pasado, en torno a las once de la mañana, a terminales móviles situados en ese momento en las inmediaciones del bar 'Faisán' de Irún" ("Irán", en el original).

Solo nos queda reclamar del estado español que, de una vez, detengan esta bufonada y aborden poner fin a la corrupción que se ha adueñado de las instancias judiciales y policiales que luego nos quieren presentar como parámetros de un estado de derecho que solo existe en sus discursos.

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