La noticia esta ahí y desde Arabatik hacemos dos lecturas de la expulsión de Javier Vizcaya del PNV.

El aspecto “doméstico-procesal”, esto es, el procedimiento seguido por los tribunales internos del PNV, que han concluido finalmente en la expulsión de Javier Vizcaya de la organización jeltzale.

Y la cuestión de fondo, que no es otra que la discrepancia que determinado medio de comunicación no ha ocultado respecto de la opinión y la actuación las actuales instancias rectoras del PNV.

El desconocimiento de los términos de la denuncia y del procedimiento arbitrado y, sobre todo, el respeto que a quienes participamos en esta tribuna nos merece la decisión del Tribunal Nacional del PNV, nos lleva a obviar aquí cualquier pronunciamiento acerca de la primera de aquellas dos lecturas.

La otra dimensión de la noticia sí que merece nuestra reflexión en voz alta, y es que desde la perspectiva de quienes, aun desde la modesta dimensión de este blog, nos desenvolvemos en el mundo de la opinión, conocer de las consecuencias sancionadoras que a cualquiera le pueda acarrear el ejercicio de su derecho a informar y opinar libremente es, cuando menos, lamentable.

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