¡Es Europa!

Todavía hoy, en 2006, nos deslumbra Europa. Cuando ellos miran al sur, nosotros miramos al norte. Hace ya 30 años que un amigo llegó hasta París en un viejo doscaballos, algo inusual por aquel entonces. Me envió una postal que sólo decía "Hi, Hemengo, Parisen ere txakurrak ortozik (oinutsik)". Por el centro de Europa, al noroeste de Francia, a orillas de Rhin se encuentra Estrasburgo, una ciudad algo más poblada que Vitoria. Esta ciudad Alsaciana que hasta finales de la 1ª Guerra Mundial perteneció a Alemania, y en la que se fijó Ernest Renan para su renombrada conferencia de la Sorbona de 1882 ¿"Qué es una nación"?, alberga buena parte de las instituciones europeas.

Entre ellas está la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, donde hoy se debate sobre un eventual diálogo del Gobierno español con ETA. Nuestros políticos mejor remunerados (y aún se quejan) se sentarán junto a los fineses, alemanes, griegos, irlandeses y otros muchos para acordar lo que ya es sabido, pero de cara a Europa, que es, en definitiva, de lo que se trata. El ínclito Iturgaitz, acompañado en sentimientos, aunque no en grupo parlamentario, por la simpar Rosa Díez, clamarán desde el silencio contra toda concesión a los violentos, dentro de la estrategia de tierra quemada del PP.

El PSOE intentará obtener el suficiente aliento como para continuar en su empeño de dar por finalizada, ya se verá cómo, el conflicto del norte. Para ello necesita el apoyo europeo. Lo necesita para frenar el contínuo y atosigante torpedeo de los herederos de Franco y Aznar.

Los nuestros asistirán al pleno sin más pretensión que la de ver colocado el conflicto en la Europa que todo lo sana. No es poco.

Dentro de poco se sabrá el resultado.