Morir matando en la Senda


Si el anuncio de subasta de tres parcelas de equipamiento en la plaza de Euskaltzaindia sólo podía interpretarse como una venganza de Alfonso Alonso contra la oposición al albur de los últimos acontencimientos y un intento de frustrar cualquier alternativa a su proyecto de Auditorio, lo que está planeando el alcalde para el paseo de la Senda sólo tiene una explicación: el equipo de gobierno municipal quiere morir matando.


Al parecer ya circulan chistes de lo más despiadados en el Colegio de Arquitectos sobre el último proyecto que el PP ha encargado para la parcela del paseo de la Senda. Habida cuenta de que el auditorio no cabe en esos terrenos y la cosa ya estaba lo bastante enmarronada, ahora se han sacado de la chistera la idea de trasladar allí todo el Ayuntamiento construyendo un rascacielos emblemático. Fascinado por el impacto urbano de la torre Agbar en Barcelona (más conocida como "el pepino"), el alcalde ha encargado al estudio de Jean Nouvel un proyecto de edificio en altura adaptado a la idiosincrasia local. Las primeras imágenes del diseño de este arquitecto francés no pueden ser más espectaculares.
Visto desde Castilla Sur, quedaría así...
...y visto desde Manuel Iradier, así...
Se trata de un edificio de 16 plantas con forma de patata. No sólo eso. Con una innovadora técnica de vinilo y estampación, Nouvel asegura ser capaz de cubrir todo el rascacielos de textura de piel de patata. La nueva casa consistorial contaría con una superficie útil de más de 20.000 metros cuadrados, más que suficientes para unificar todos los servicios municipales. En su última planta, abierta al público, contaría con un mirador más que privilegiado de la ciudad. El palacio Zulueta se reservaría para cuestiones protocolarias.

Cierto es que no faltan razones para defender el proyecto, una muy importante es la elevada factura que el ayuntamiento viene pagando en el alquiler de diferentes sedes. Cierto es también que con un rascacielos así seríamos, nunca mejor dicho, la monda.

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