K10 Relé de seguridad


Me he molestado en probar reiteradamente las nuevas rampas mecánicas del cantón de la Soledad y quiero achacarlo al frío, pero el caso es que casi todas las veces alguno de los tramos no funcionaba. En el indicador luminoso aparece un mensaje: "K10 Relé de seguridad" y aquello no se mueve. Paralelamente, el Equipo Nu (de Nuño) va lanzando sus veladas amenazas de sabotaje en defensa de ancianos y discapacitados.

Las rampas ya están en marcha. Después de todo lo que se las ha cuestionado ahora es el momento de comprobar in situ sus ventajas y desventajas. Me da por pensar que la empresa Thyssen Krupp debería haber dejado algún técnico full-time de guardia ante posibles averías por lo menos durante las dos primeras semanas de funcionamiento. No cabe duda de que estos días son cruciales para la imagen pública de los elevadores mecánicos. Si la maquinaria falla reiteradamente y salta el puñetero relé de seguridad, si no se retiran con rapidez vidrios rotos y otro tipo de desechos producto de actos incívicos, si no se advierte de la aplicación de la ordenanza anticarteles contra todo aquel que quiera convertir la cubierta acristalada en soporte reivindicativo/publicitario, la percepción social de las rampas va a empezar a caer muchos enteros.

Se han colocado cámaras de seguridad. ¿Van a servir para algo? Mucho me temo que el PP está deseando que un grupo muy localizado de energúmenos lance sus iras contra las rampas para luego utilizar políticamente los resultados de esa "kale borroka". La mejor manera de evitar daños sobre esta infraestructura es garantizando su funcionamiento normal porque eso repercute en una mayor aceptación, no hace falta actuar desde la represión. Se dijo que ante cualquier bloqueo intencionado de la maquinaria, ésta se reiniciaría automáticamente a los 10 segundos. Mentira. Se dijo que cuando las rampas no se están usando funcionan a menor velocidad. Eso no pasa siempre. Parece como si el objetivo fuera inaugurar y lavarse las manos en este asunto.

Y luego están las cosas del Equipo Nu. Reclama Iñaki Nuño que se coloquen carteles o pegatinas indicando quiénes pueden utilizar las rampas. ¿Tan bajo supone el cociente intelectual de la ciudadanía? En ese caso lo propio sería practicar un control médico previo al acceso a los tapices rodantes con examen psicológico incluido. Advierte también sobre el peligro de ser arrollados por un coche en la salida de los tramos de la Zapa o la Herre. Para evitar ese supuesto peligro basta con prohibir de una vez la circulación rodada en el Casco. ¿Está dispuesto Iñaki Nuño a defender a capa y espada esa medida? Ante la amenaza de cubrir de carteles las rampas sólo cabe reaccionar mediante la retirada inmediata del papel más insignificante y la aplicación de la normativa vigente. Exactamente igual que en el metro de Bilbao.

No olvidemos que en marzo se abre el otro tramo del cantón de San Francisco Javier. Por eso hasta entonces la evolución de las rampas que ya están operativas va a suponer un test de civismo fundamental. Dar alas ahora al sabotaje es garantía de ruina absoluta de la inauguración del tramo de la ladera este. Cuando Nuño da por hecho que una turbamula de jóvenes borrachos reducirá a escombros esas rampas cualquier noche sabatina nos demuestra qué imagen tiene Gasteiz Txiki de la muchachada. Yo apuesto por el respeto. Al igual que la ciudadanía apoya espacios de excepción sobre propiedades públicas como es el caso del Gaztetxe, estoy convencido de que la juventud del Casco (no necesariamente oriunda del barrio) apoyará medidas que faciliten el acceso al Campillo para una gran mayoría de la población, que de eso van las rampas.

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