La mujer del César...


Era un concejal socialista el que ayer aplicaba la conocida máxima de que “la mujer del César no sólo debe ser honesta, sino además parecerlo" a la situación de Idoia Garmendia, concejal popular en el Ayuntamiento de Gasteiz, que insistía en justificar como normal las contrataciones con las que desde el Ayuntamiento y “por la puerta de atrás” se viene favoreciendo a la empresa de su marido.

Y es que la Sra. Garmendia, contagiada del estilo cortijero del actual equipo gestor del Ayuntamiento, lleva tiempo viviendo peligrosamente al filo de la legalidad. Es cierto que las contrataciones cuyo importe sea inferior a 3.000 euros pueden ser tramitadas directamente desde los diferentes servicios municipales sin la intervención de la Mesa de Contratación, que es el argumento de la Garmendia, pero no es menos cierto que a tenor del artículo 20 de la Ley de Contratos, independientemente de la cuantía de un contrato o de que éste haya sido aprobado por la Mesa de Contratación o por cualquier otro órgano, ninguna empresa adjudicataria del Ayuntamiento puede estar participada, dirigida o gestionada por familiares de ningún miembro de la Corporación.

Aprovechando que el Zadorra pasa por Gasteiz, digamos que llama la atención que la mencionada empresa, según sus propias cuentas publicadas en Internet, con sólo dos empleados haya alcanzado, en el periodo 2001-2005, unas pérdidas acumuladas de 103.964,14 euros, o lo que es lo mismo, unos diecisiete millones de pesetas..

¿Podríamos pensar, entonces, que los contratos se han adjudicado según criterios de sostenibilidad financiera?

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