Vasco-Navarro

Cualquier organización -política o social- que quiera sobresalir en Navarra debe olvidarse de acudir al Viejo Reino con siglas, consignas, enseñas o discursos que sólo haga mención a Vasco "los vascos de los siete herrialdes". Eso es algo que hemos aprendido de viejos errores, algo que no hay que volver a repetir. Estamos escarmentados, o deberíamos estarlo. Todavía hoy nos cuesta definir a gran parte de los habitantes de Euskal Herria como vascos y a otros como navarros, no necesariamente coincidiendo con demarcaciones político-territoriales. Pues vayamos acostumbrándonos ¿Por qué no Partido Nacionalista Vasconavarro?

Navarros que no tendrían problema alguno en hermanarse con las gentes de la CAV o de Iparralde; navarros que desde hace siglos no han oído hablar euskara en sus tierras de la Ribera; navarros que llevan décadas sometidos al diktat del unionismo español (...), navarros todos ellos, y muchos también vascos.

El fin justifica, en buena medida, los medios. Hoy volvía a releer el texto del Nuevo Estatuto Político. Es ejemplar y modélico en casi todo. Está redactado con tiento, con el respeto que se merecen quienes tienen una conciencia y mentalidad distintas de gentes de otros territorios de Euskal Herria. Es la mejor propuesta, detallada y desarrollada, de las que, hasta el presente, se han realizado. Adolece, sin embargo, de ese error achacable a una falta de conciencia o de coraje en pronunciar el gentilicio vasco-navarro cuando correspondía. Lo sustancial no es que seamos o no todos vascos, sino que todos podamos caminar juntos. Ejemplos de lo expueso en el Nuevo Estatuto:

"El pueblo vasco o Euskal Herria es un pueblo con identidad propia en el conjunto de los pueblos de Europa, depositario de un patrimonio histórico, social y cultural singular, que se asienta geográficamente en siete territorios actualmente articulados en tres ámbitos jurídicopolíticos diferentes ubicados en dos estados." ¿Dónde queda el pueblo navarro?

"El pueblo vasco tiene derecho a decidir su propio futuro, tal y como se aprobó por mayoría absoluta el 15 de febrero de 1990 en el Parlamento Vasco, y de conformidad con el derecho de autodeterminación de los pueblos, reconocido internacionalmente, entre otros, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales." ¿A qué territorios se refería el acuerdo del Parlamento de la CAV?

"El ejercicio del derecho del pueblo vasco a decidir su propio futuro se materializa desde el respeto al derecho que tienen las ciudadanas y ciudadanos de los diferentes ámbitos jurídicopolíticos en los que actualmente se articula a ser consultados para decidir su propio futuro, esto es, respetando la decisión de las ciudadanas y ciudadanos de la actual Comunidad Autónoma vasca, la decisión de las ciudadanas y ciudadanos de la Comunidad Foral de Navarra, así como las decisiones de las ciudadanas y ciudadanos de los territorios vascos de Iparralde – Lapurdi, Behe Nafarroa y Zuberoa." Aparte de lo insoportable que resulta un párrafo con ocho menciones a ciudadan@s; aparte de eso: "Nafarroa Nafarroa da". Si la voluntad de sus ciudadanos se manifiesta en el sentido de crear una comunidad superior que, dentro de un nuevo marco jurídico, aúne a los vascos de Iparralde y Hegoalde y a las gentes de Navarra, igual tenemos de pensar en una nueva denominación para nuestro territorio ¡Qué más dará!

Acudir a Tudela, Corella, Tafalla o la propia Estella, incluso a Iruña, como Partido Nacionalista Vasco (PNV) es sinónimo de fracaso hoy día. Se podrá aducir que es el nombre de toda la vida, el de un partido centenario, que con ese nombre y esas siglas nació, y con ellas habrá de morir, si ha lugar ¿Porqué? Nos quedan otras siglas, otro nombre: EAJ (Eus-z-ko Alderdi Jeltzalea), o podríamos apostar por la innovación: Partido Nacionlista Vasconavarro. Soluciones hay. Arriesgar es lo que cuesta. Hay que apostar por innovarse, por desarrollarse según los parámetros en vigor; manteniendo, eso sí, lo esencial de una historia, de una ideología y de un pensamiento. Adaptarse para permanecer, para mantenermos. Adaptarnos, sobre todo, para hacer país, para hacer Euskal Herria, o Nafarroa si es preciso.

La corrección política no es lo mío. Hay quien acusa al PNV de no desear un acercamiento entre navarros y vascos, entre la CAV y Navarra por miedo a perder el poder que detenta en la CAV y que, por su nula presencia en Navarra, la perdería por el desequilibrio que esta última le ocasionaría. No hay que tenerle miedo, hay que hacerle frente. Si, además, por esa rendija que proporciona las posibilidades de acuerdos transforterizos en Europa aún se menguan más los porcentajes de apoyo popular y, por ende, de poder por la aportación de los territorios de Iparralde, pues que por el bien de Euskal Herria (y/o de Nafarroa) lo sean: el fin justifica los medios.