Razones y errores


El puzzle avanza. Cada pieza encaja en un momento determinado con otra. Comenzábamos con las declaraciones de Imaz de que llegado el momento podría pactar con el PP. Al día siguiente era el Rey quien se alegraba de la formación del gobierno en el Ulster. El domingo era la propuesta de seis puntos de Imaz. Anteayer El País apostaba por un pacto de Estado que incluyera al PNV y por que, si por parte de ETA existiera el compromiso de abandonar las armas, la Ley de Partidos no fuera un impedimento para la normal acción política de Batasuna. El editorial de ayer de El País tiene aún más miga.

Hace referencia, en primer lugar, al criterio utilizado por el Supremo y el Constitucional ante la impugnación de listas de ANV; criterio que considera político sin ambages. “Siempre que se respeten los límites que marca la ley, cabe considerar razones de oportunidad política para actuar como se ha actuado.” Un servidor, lego total en cuestiones jurídicas, entiende que una ley no puede interpretarse al gusto de cada cual. Digo yo que la letra mandará, que la jurisprudencia estará para algo y que el espíritu le afectará a cada cual -a cada juez- a su manera, es decir, en conservador o en progresista, que es lo que se lleva por la judicatura española ¿De qué razones políticas habla el editorialista?

La primera razón que aduce el editorialista es la de que el Gobierno español no quería hacer frente a las elecciones con un partido suspendido (fuera de la ley), lo que en pedestre viene a querer decir que cabía la posibilidad de que si el MLNV no pudiera presentarse a las elecciones ETA actuara. Quiero pensar que si en la situación actual de 133 listas estratégicamente ilegalizadas se ha superado la situación de peligro etarra es porque ha habido algo más que intuición o prudencia en el proceder.

A la anterior presunción me lleva el penúltimo párrafo del texto de marras: “Del discurso de Zapatero en Vitoria pudiera deducirse que, si bien no existe ninguna vía abierta con Batasuna, no es descartable que en el futuro pueda reabrirse la puerta que cerró ETA en Barajas.” Es decir, en interpretación más lógica y, para mí, más acertada: como ya existen canales de comunicación con Batasuna, cabe pensar que acto seguido de las elecciones comenzarán nuevamente las negociaciones. Que soy atrevido, pues sí.

Pero no acaba ahí la exposición: “habría que evitar los errores cometidos en el anterior intento.” Luego se cometieron errores. No sólo por parte de ETA o de Batasuna, también por parte del PNV y del PSOE ¿Cuáles son?

Considerar conveniente pero no imprescindible la implicación del PP”. El PP no se sentará con el PSOE en la misma mesa de negociaciones por lo menos hasta después de las generales del 2008. Si por una extraña cuestión de Estado consiente sentarse será para hacer realidad lo que el propio El País expresaba ayer sobre Imaz, que no es Arzalluz: “comenzó el cauteloso regreso del PNV (no sin fuertes resistencias internas) a las posiciones autonomistas anteriores.” Y sólo lo haría para aprovechar los réditos de este último logro neo-autonomista.

Relativizar lo que realmente decía y hacía ETA” Vamos, que ETA habla en serio. Volvemos a lo de siempre. Hoy día el gran arma de ETA es la socialización del miedo sin atentados, sin muertos. Pero ello mismo nos debe llevar a otra conclusión: un atentado mortal, un asesinato, es su tumba definitiva. Para muestra de ello la actitud de Batasuna ante ETA por lo de Barajas, jamás conocida hasta entonces. Un estadista maquiavélico se las apañaría para que ETA actuara, si su desaparición pretendiera.

Despreciar su voluntad de supervivencia como uno de los móviles esenciales de la banda.” Repito lo del apartado anterior: el arma principal de ETA es su efecto intimidatorio y el que siempre sea objeto de controversia entre los partidos políticos y resto de agentes sociales.

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