Dicurso claro


Hay que resistir, denunciar el engaño, el camuflaje, el absurdo de las preguntas que quieren plantear, y no participar en lo que sólo es un arma táctica”.De esa manera se despacha Ruiz Soroa, justo después de haber afirmado que “sería higiénico llevar al nacionalismo al discurso claro”. Con apelaciones a la Ley de Claridad canadiense, el periodista y abogado dice que “en democracia no existe un derecho ilimitado a la libre decisión”. ¿A qué llamará hablar claro el unionismo? Si no es la exigencia del derecho de decisión ¿no lo es aprobar un Nuevo Estatuto político por mayoría absoluta del Parlamento de la CAV? Dicen que Ibarretxe será claro, que propondrá fechas concretas y propuestas. ¿Lo entenderá así el constitucionalismo español?




Hay momentos en los que uno comprende al unionismo, también denominado constitucionalista. El discurso de Errazti el domingo en Portugalete es uno de esos. No es lo mismo, cierto es, que sea la secretaria general de EA quien hable o sea un consejero miembro del Gobierno Vasco, como fue el caso de Azkarraga este verano. Alguna explicación pueda encontrársele si lo analizamos desde el prisma de una pugna política, de querer asomarse ante la invasión mediática del PNV, de reivindicar la existencia de EA ante un lehendakari que el domingo se paseará en olor de multitudes por Foronda. Sólo así se entiende.

"Estoy diciendo claramente desobedecer al Estado". No está mal. ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué es eso de desobedecer? ¿Con qué fuerzas contamos? Son las mismas interrogantes que lanzaba ayer al mundo del MLNV. En este sentido doy la razón a Ruiz Soroa: tenemos que aprender a concretar, a poner negro sobre blanco. La gente se cansa del lloriqueo continuo. Se aburre. Desde ese punto de vista el lehendakari tiene que ser claro y conciso.

Ibarretxe ya fue capaz de aprobar un Plan, pero careció del seguimiento y desarrollo que precisaba. Quedó bloqueado por el continuo boicot del unionismo, el juego de intereses del MLNV, las inercias internas y por la fracasada tregua. Esta vez tiene que ser la definitiva. No valdrán períodos de reflexión de 2 años, ni intentos valdíos de acercamiento entre partidos. Lo que sea debe serlo a corto plazo, antes de las elecciones de 2009. Y, sobre todo, ha de serlo. Hay que ser valientes, y apechugar con las consecuencias. Quien no arriesga, no gana.

Ibarretxe intentará visualizar ante el Pleno del Parlamento del viernes que el ciclo de ETA está cerrado, y lo hará justo cuando ETA atenta contra la Guardia Civil y contra la Ertzaina. Fue Ibarretxe quien nos transmitió la idea de que ETA no debe condicionar el discurrir normal de los acontecimientos políticos y sociales, de que su presencia no es óbice para hacer política. Desde ese punto de vista la cita del 28 obedece a lo que ya apuntó el lehendakari en Puerto Rico: el proceso de paz y normalización surgido de la tregua ha fracasado, y ahora toca a las instituciones intentarlo. ETA intentará estropearlo. Los partidos españolistas nos triturarán hasta las elecciones de 2008; y después, a saber. No podemos depender del veto de ETA ni de la mayoría de turno en la Carrera de San Jerónimo.

Quiero terminar con otra alusión a Ruiz Soroa, a propósito de la constante intromisión de ETA: “La política no se puede congelar y los intereses de quienes desean modificar el régimen político del País Vasco se harán presentes de una u otra forma. (…) Y aunque no sea frecuente, por esta vez hay que concederles (Ibarretxe y Egibar) que tienen razón, que su planteamiento inicial es plenamente correcto en una perspectiva democrática”.

Etiquetas:

1 Comentarios:

Blogger hartza dijo...

Las opiniones de Ruiz Soroa que aparecen en el artículo de El País me parecen extremadamente hipócritas. No me sorprenden, desde luego, pero llega a provocarme vergüenza ajena la falta de capacidad de sonrojo de quien las emite…

Aparte de disentir profundamente de su planteamiento inicial, ese “en democracia no existe un derecho ilimitado a decidir” (bueno, transigiría si este buen hombre estuviera hablando del respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales; pero me temo que no, que está hablando de la constitución española, al parecer llovida del cielo, esculpida en mármol, inmutable, eterna y perfecta en sí misma)… disiento también en su apreciación de que una posible modificación del marco de relaciones entre el Pueblo Vasco y el Estado sea precisamente “una relación, y además compleja, porque hay 17 actores”. Pues no, señor mío, coincido en lo de la relación y su complejidad, pero en la misma no tienen nada, absolutamente nada que decir el resto de vecinos que ahora mismo habitan esa “casa común” que algunos pretenden que es el Reino de España. Comprendería que tuvieran algo que decir en el caso de que se estuviera efectivamente discutiendo sobre los aspectos prácticos derivados de una secesión, pero no de manera previa o como condicionante político. Pero asumo que resulta difícil, en democracia al menos, justificar actuaciones tales como el “cepillado” sufrido por el proyecto de Estatut catalán (aprobado, recordemos, por el 90% de su Parlamento… en ausencia de violencia) o el portazo, con pretensiones de enterrar de una vez por todas el tema, dado en Madrid a la iniciativa del Lehendakari… Iniciativa apoyada por la mayoría absoluta del Parlamento Vasco.

Pero según avanzamos en la lectura de la entrevista, reconozco que las carcajadas se apoderan de mi persona. En fin, reír por no llorar. Nos intenta el amigo Ruiz Soroa vender la moto de, agárrense porque esta es buena, nada menos que la necesidad de una “ley de Claridad, como en Canadá, fijando condiciones y procedimiento. No le llamemos autodeterminación si no queremos, pero regulémoslo”. ¡Pero hombre de dios! ¿Está hablando Vd. en serio? ¿Brinda al sol y nos toma por tontos o simplemente esto último?

Ante la incapacidad de comprender si este buen hombre se ha leído, y en su caso entendido, la Clarity Act del Parlamento Federal Canadiense, me pregunto: ¿Cómo demonios pensará Ruiz Soroa que resulte posible la existencia en España de una ley reguladora del derecho a la secesión de parte del territorio nacional… cuando existe un artículo 2 en ese Corán del unionismo hispano al que antes me refería que dice aquello de “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, (…)”? Y un poco más adelante nos afirma que no sería necesaria “reforma alguna de la constitución”… Animo, el próximo que sea triple y sin red.

Este buen hombre debería comenzar por asumir cuestiones tan básicas para la higiene y la democracia (conceptos que, al parecer, le preocupan) como reconocer que esa misma Clarity Act en ningún momento penaliza la realización de consultas al respecto, en ningún momento hace referencia a un hipotético papel de las fuerzas armadas como garantes de la “integridad territorial del Estado” y, finalmente, en ningún momento concede al gobierno federal la capacidad de veto sobre una eventual voluntad popular expresada de manera clara y mayoritaria al respecto. Debería comenzar por asumir que si bien el Tribunal Supremo canadiense negaba el 20 de agosto de 1998 la existencia de un derecho a declarar unilateralmente la secesión de cualquier actual territorio canadiense… también añadía que el Parlamento Federal tenía la “obligación política” de entablar negociaciones con Québec caso de que una opinión clara y mayoritaria hubiese sido expresada.

Igual lo que nos quiere decir es que esa obligación debería existir también para con el legislativo español, pero no en lo que se refiere a la reforma de los estatutos, sino solamente en relación con una hipotética secesión. Igual lo que nos quiere decir este eximio intelectual es que en España no caben negociaciones sobre la reforma del actual marco político de las comunidades autónomas existentes, sino únicamente sobre su hipotética secesión.

Vaya, si esos abertzales se hubieran enterado antes…

A mí estos unionistas me tienen perplejo, sinceramente. ¿Nos toman por tontos? ¿Se toman ellos mismos por (mucho) más listos de lo que son? ¿Actúan con mala fe y simplemente por marear la perdiz? ¿O será más bien la respuesta correcta… “Todas las anteriores”?

Ante mamelucadas de este tamaño, sólo me queda recordar ese principio básico de la ciencia política que nos dice que cuando, dentro de un proceso de toma de decisiones, a determinados actores no se les concede derecho a participar (“voice”), estos suelen optar por abandonar el proceso (“exit”). A ver si va a ser realmente esa “secesión” bendita lo que estamos buscando…

26 septiembre, 2007 12:17  

Publicar un comentario

<< Home