Ejemplo de responsabilidad política


Artículo enviado por Arkaitz Ibarzabal.

"Debes saber Lehendakari, que no vas a hacer sólo ese camino, vamos a ser muchas las personas que te vamos a acompañar y ayudar. Cuenta con ello"

El actual marco legal, Constitución y Estatuto de Autonomía, no satisface las aspiraciones nacionales, económicas, sociales, culturales, ni de ningún tipo de la mayoría de la sociedad vasca. Por otro lado, las encuestas realizadas reflejan que la sociedad vasca tiene un sentimiento mayoritario de pertenencia a una comunidad social, el pueblo vasco, y en consecuencia, que a dicho pueblo le corresponde decidir sobre su futuro, y esto lo piensan incluso muchas personas que se confiesan no nacionalistas. Lógicamente, para poder decidir como pueblo se debe establecer el marco necesario para encauzar esa demanda mayoritaria de la sociedad.

Creo que el Lehendakari pretende poder encauzar los deseos de la mayoría de esta sociedad a través de un acuerdo con el Estado, en primer lugar, y si esto no es posible a través de un acuerdo en el Parlamento Vasco que es donde reside la soberanía de este pueblo, al menos, en lo que respecta a la Comunidad Autónoma de Euskadi que es, no lo olvidemos, el ámbito representativo del Lehendakari.

Evidentemente, en mi opinión, el Lehendakari busca un acuerdo con Zapatero porque acordar con la delegación del PSOE en Euskadi, y con Patxi López sinceramente vale para poco como se ha visto en Nafarroa. De hecho, pactar con Zapatero también tiene sus riesgos visto lo ocurrido en Cataluña, pero el Lehendakari ya ha aprendido esa lección y no se dejaría engañar de esa forma.

De no lograrse un acuerdo con el Estado se plantearía la propuesta en el Parlamento Vasco, el cual si lo aprueba se convocaría una consulta no vinculante, pero sí completamente legítima política y socialmente y a la cual tienen mucho miedo. ¿Porque se tiene tanto miedo a que la sociedad vasca se pronuncie? ¿No somos tan demócratas que aceptamos la decisión de una mayoría?

Personalmente si la consulta, sea vinculante o no vinculante, se realiza y la sociedad vasca manifiesta que se siente cómoda en el actual marco legal, pues lo acepto porque creo en la democracia y respeto la decisión mayoritaria de la sociedad. De la misma forma, si la sociedad dice que quiere cambiar el actual marco y conseguir cotas mayores de soberanía, pues mejor, ya que me considero abertzale y creo que es lo mejor para nuestro pueblo. En este caso, exijo respeto a dicha libre decisión.

Los demócratas de boquilla tanto del PP como del PSOE dicen que van a hacer todo lo posible para que la consulta no se lleve a cabo, para ello, se les llena la boca con el supuesto Estado de Derecho (ese Estado garantiza todos los derechos para ciertas personas y menos derechos para algunas otras, así como aplicación diferenciada de las leyes, aún cuando la norma intocable propugna la igualdad) y todas esas leyes que lo conforman y que son limitativas de los derechos del pueblo vasco.

Debemos recordar la poca legitimidad social de la Constitución por la forma precaria en que se aprobó en Euskadi, y hay que recordar que el Estatuto en su desarrollo no ha llegado ni a la cuarta parte de su potencialidad debido a la política cicatera de los gobiernos tanto del PSOE como del PP, sin olvidar la ayuda inestimable de los distintos tribunales españoles que han recortado y vaciado de contenido la norma estatutaria. Esto que afirmo, no es ninguna invención, es algo fácilmente demostrable leyendo las competencias establecidas en la norma estatutaria y comprobando cuales son las competencias que se ostentan y cuales se deberían ostentar según el Estatuto.

Por ello, que no nos hablen de la Constitución como algo intocable porque cuando quieren la reforman, caso de las reformas para adecuarse al Tratado de la Unión Europea, y menos del Estatuto de Autonomía que se empeñan en incumplir aún siendo una Ley Orgánica.

Por todo lo señalado, el actual marco legal debe modificarse por vías democráticas, y la propuesta del Lehendakari lo es. Uno de los problemas, a mi modo de ver, es que no tienen costumbre de negociar de igual a igual con las autonomías, hasta ahora han impuesto las normas para la negociación y han determinado los límites de esa negociación, pero eso ha cambiado porque el Lehendakari les ha propuesto una negociación de igual a igual, de representante del pueblo vasco a representante del pueblo español y eso no les gusta.

Hasta ahora han tenido la sartén por el mango, en términos futbolísticos, siempre han jugado en su campo, con el árbitro comprado y sus aficionados haciendo la ola. Lógicamente, en estas condiciones se han encontrado muy cómodos, han gestionado nuestros dineros y repartido a su antojo, siempre que se ha puesto en cuestión el sistema vía tribunales, única forma posible en este marco, como se pudo comprobar cuando el Parlamento Vasco aprobó por mayoría absoluta la propuesta de nuevo estatuto político para Euskadi y fue rechazada sin ningún tipo de consideración en el Congreso, los tribunales han salido en defensa del centralismo estatal para poner “orden” (siempre con la excusa de la defensa del interés general) ante las exigencias de la Comunidad Autónoma de Euskadi de cumplimiento de la legalidad, esto es, de cumplimiento integro del Estatuto.

Como se ha podido comprobar, este marco favorece y protege ampliamente los intereses centralistas, a la vez que limita los intereses de otras comunidades sociales como la vasca. Debido a ello, el marco actual lleva años en crisis y ha sido cuestionado profundamente desde Euskadi y desde otras comunidades sociales. El Lehendakari, conocedor de la situación actual, plantea una alternativa para cambiar el actual marco y de esa forma propiciar que sea la sociedad vasca, no lo olvidemos, quien libremente decida el marco legal en el que quiere desarrollar su vida en los próximos años, sin imposiciones ni del Estado ni de ETA.

La sociedad vasca es madura. Es una sociedad con un nivel intelectual muy alto y sabe lo que quiere, ha tomado conciencia de su ser como pueblo, y en consecuencia, quiere decidir sobre su futuro. Algo parecido ha ocurrido con otros pueblos como el escocés, que actualmente plantea sin complejos la independencia de Escocia y desde el gobierno británico no se realizan unas declaraciones tan negativas respecto de dicho planteamiento; entiendo que es, porque no ponen en duda la existencia del pueblo escocés y de hecho, ya reconocieron la existencia del pueblo irlandés y su derecho a decidir su futuro, por tanto, no podían hacer lo contrario respecto a los escoceses.

La situación en el Estado es distinta. Peor si se quiere. Se niega de cara a la galería, aunque se reconoce en lo privado, la existencia del pueblo vasco porque ello supondría reconocer la capacidad de decidir de dicho pueblo. Por ello, cualquier intento de superar el actual marco es contestado con frases categóricas y totalmente negativas. A quien lo propone, en este caso nuestro Lehendakari, se le achaca estar apartado de la realidad de la sociedad vasca.

Todo lo contrario, el Lehendakari conoce mejor que nadie nuestra realidad social, los que no quieren ver la realidad social son aquellos y aquellas que niegan esa realidad afirmando que no existe tal pueblo vasco y que únicamente existe en la mente de los y las nacionalistas. Esta realidad social que demanda mayoritariamente un cambio del actual marco es la que lleva al Lehendakari, desde su responsabilidad política, a buscar una salida a esta situación política, la vuelta atrás no está en la mente del Lehendakari, eso está claro, quiere mirar hacia delante, al futuro, con los ojos abiertos, viendo y sintiendo a la sociedad vasca e intentando lograr aquello que la mayoría de la sociedad vasca quiere: decidir sobre su futuro en libertad.

Por ello, debes saber Lehendakari, que no vas a hacer sólo ese camino, vamos a ser muchas las personas que te vamos a acompañar y ayudar. Cuenta con ello.

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