El Nuevo PNV


Así empiezan a denominar al PNV, al partido cuya ejecutiva encabezará Iñigo Urkullu. Ya no es el de Imaz o el de Egibar. Ya le han enfilado también a él. A Urkullu. Ya está en el bando de los malos: “la acerba crítica de Urkullu ayer a la decisicón judicial casa muy mal con la línea que el todavía presidente de la Ejecutiva jeltzale marcó para su partido ene l artículo No Imponer/No Impedir”. Quien no está con ellos en el limbo de los justos, donde parecen haber puesto una efigie de Imaz, será condenado a las llamas infernales. No les ha bastado que Urkullu condenara, en nombre del PNV, (…)

(...) y de manera rotunda el atentado de ayer: “el PNV muestra repugnancia ante ETA por desplegar métodos fascistas que están en las antípodas de cuanto desea el conjunto de los ciudadanos vascos”. O que haya sido tajante respecto de la actitud de Batasuna: “Ausencia total de valores al hablar de derechos y callar ante la amenaza y la extorsión practicada por la organización armada; la izquierda abertzale justifica y alienta la violencia siempre que se realice en función de sus propios objetivos políticos.” No es suficiente. No le perdonarán haber abandonado el redil de los tolerables, y haber abrazado las tesis de la insurgencia jeltzale.

¡Cuanta añoranza del todavía presidente del EBB! Su figura y su artículo marcarán un antes y un después, una línea que separará a los alineados de los no alineados. Seguro que a su pesar. A mi me ocurre lo que a Chaves quien, hablando de la propuesta de Ibarretxe no puede reprimirse y exclama: “La propuesta divide a los vascos, empezando por el propio PNV. Lamento citar a Josu Jon Imaz, porque me imagino que no le hago ningún favor.” El nada pro-abertzale y menos confederalista presidente andaluz cita aquella frase de Imaz en el Alderdi Eguna: “La casa con cimientos sólidos siguen adelante, pero la casa construida en altura se la lleva el viento.” Pocas dudas albergamos sobre los moradores de las alturas.

Atención con el tono, con la distancia respetuosa que el PSOE ha tomado ya -y continuará en ello- ante la Propuesta de Ibarretxe. Ya nos advertía Garruze en su artículo “Estrategia de respuesta”, refiriéndose a la áctica planteada en ese sentido por R. Jaúregui. Vienen con argumentos, con razones, sin estridencias: “Lo que sí propogngo es que respondamos con tranquilidad y confianza” (Chaves dixit). Nosotros también. No hay que levantar la voz, hay que reforzar el argumento. Tenemos todo un año.

Del atentado de ayer de nuestros gudaritxus poco que añadir. Está todo dicho. Si es caso, recoger tres frases de Ibarra, Castells, Bakaikoa y Olaskoaga, entresacadas de la primera entrega de su articulo "Sobre la consulta y sobre ETA": “ETA no tiene ya ninguna legitimidad política. No es un factor político. Lo que supone que no se otorgan consecuencias políticas a sus acciones. (…) ETA opera así como un dato más de la coyuntura del contexto.” Más claro imposible. Sólo queda aprenderlo. Nos pasamos el día de ayer, y parte de hoy, con los lamentos de siempre. No hay mayor desprecio que la falta de aprecio. ETA pretende que todos le miren, que le insulten, que le llamen ¡asesinos!. Es su razón de ser. Siempre caemos. A ver si aprendemos. Ni ayer ni hoy lo hemos hecho bien.

No nos podemos desparramar entre ETA y los poderes del Estado. Los dos pretenden lo mismo: debilitar la propuesta de Ibarretxe, postergar a la oposición a los jeltzales. Si es por vías democráticas, fenomenal. Tenemos que aplicar, a nuestra manera, la receta que R. Jáuregui, Chaves y todo el socialismo nos tienen reservada a todos los que tiramos del carro de Ibarretxe. Muestra de ello es el reencuentro de la Diputación alavesa, que no es sino un apéndice más de la marcha atrás de algunos extraviados prematuros, reconducidos al nuevo fair play : repetir una y mil veces, sin estridencias, que ellos tienen confianza (y todos los medios de comunicación -cabría añadir-) para hacer creer a la ciudadanía que lo de Ibarretxe es un sinsentido. Nosotros tenemos que convencerles (a los ciudadanos) de lo contrario: “La ciudadanía española, además de la vasca, tiene que saber que aquí, desde el PNV, desde el Gobierno tripartito, estamos en una apuesta porque desde las vías políticas podamos dar solución a un problema político", enfatizó. Lo que subyace en esa propuesta no es el referéndum, sino el reconocimiento de que la sociedad vasca tiene derecho a decidir su propio futuro”. Lo ha dicho el propio Urkullu.

Nos lo pondrán muy difícil. Aparte de las odiosas comparaciones con el bueno de Imaz, intentarán confundirnos con titulares engañosos: “Batasuna, PNV y el Gobierno Vasco califican de venganza política las detenciones”. Todos en el mismo saco. Todos con los mismos objetivos. Inventarán un nuevo anagrama: “Las declaraciones de estos dás del PNV de Urkullu no podían ser más rancias, en sintonía con su lehendakari”. Que quede claro: compartiremos objetivos con quienes nos acompañen en la propuesta del lehendakari. Así de claro. ¿Quién se apunta? PSOE y ETA no, a lo que se ve. ELA, Vocento y Prisa tampoco.

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