Acto primero


Lo que podía haber sido el primer envite de la propuesta de acuerdo/consulta de Ibarretxe (coalición electoral) ha tomado cuerpo gracias a una resolución del Supremo español cuyo fondo desconocemos al día de hoy. Después de la desistida coalición a las elecciones españolas, la manifestación “En defensa de nuestras instituciones” deja de ser, en el actual momento político, un acto puntual, para pasar a convertirse en una toma de temperatura para lo que se nos avecina a lo largo de 2008. Los envites son para ganar, no para tomar el pulso. Podemos estar henchidos de razón, que lo estamos, pero si nuestra razón está en función de la presencia de ciudadanos en Bilbao el sábado, hay que recordar lo obvio: sólo una manifestación masiva nos carga de argumentos, y a la inversa. Todos, sin excepción, deben cerrar filas y hacer un llamamiento unitario para acudir a la cita bilbaína. Alo hecho, pecho.

Los jueces españoles no son unos fascistas, ni siquiera unos retrógadas. Son, simplemente, españoles. A partir de ciertas instancias, unos son del PSOE y otros del PP; y parecido en las instancias previas. Piensan y actúan en consonancia a esa condición. No tendríamos que rasgarnos las vestiduras. No hay porqué dudar de su caldida profesional. Que existe impulso político. Es evidente. No sólo en cuestiones de reivindicaciones territoriales. En el asunto que nos ocupa, en la reivindicación de un marco propio, ellos imponen una interpretación restrictiva y punitiva de su legislación e impiden que otros desarrollen la suya, por una razón de mucho peso: todo el engranaje jurídico-político de la estructuración institucional vasca y navarra es subsidiaria y dependiente de la española, de su Constitución y legislación orgánica. Nos lo recuerdan a su manera. Los políticos de España aplauden, o callan otorgando. Si aprendemos la lección, bien vale la condena.

¿Dónde está el sistema de garantías? ¿Dónde queda el espíritu de acuerdo entre diferentes? ¿Qué es de la reciprocidad? Nuestra imbricación dentro del Estado español es complicada; se me antoja que hasta imposible. Los poderes del Estado español deben darse cuenta que la mayoría de los vascos peninsulares, y buena parte de los navarros estamos cargándonos de razones para no desear una entente común con España; no diré con los españoles, que no es el caso, aunque hay veces que a uno le da por pensar que sí, que también ellos están contaminados por el unionismo extremo y antiperiférico.

No sé si terminaremos aplaudiendo la resolución del supremo. No sé si habremos de hacer caso al párrafo erróneamente atribuido a Bertol Brecht. No sé si tenemos que esperar del MLNV un actitud de apoyo en justa reciprocidad; ni siquiera sé si lo necesitamos por estar obligados a recorrer nuestro propio camino. De lo que no me caben dudas, desde luego, es de que la pertenencia sumisa a España está resultando cada vez es más onerosa y perjudicial para nuestros intereses. No hay que matar para advertir ese estado de cosas. No conseguimos nada con contemporizar. Hay que exponerlo públicamente sin estridencias, cada cual en su ámbito. Con pelos, señales y datos. Con elegancia si se puede, y con el recurso a la pataleta cuando proceda: somos un pueblos sujeto de derechos y nos corresponde el derecho a decidir libremente nuestro futuro.

Nuestro peso demográfico y económico es insignificante, es verdad; pero si acertamos a estructurarnos en torno a un proyecto ilusionante; si hacemos ese recorrido conjuntamente, tendremos recompensa al final de temporada, a finales de este año. Si puede ser antes, miel sobre hojuelas.

2 Comentarios:

Blogger mendi dijo...

Pues yo estaba más o menos de acuerdo con todo lo que dices ahí, pero... ¡joder! fue escucharle a la portavoz del gobierno y quitárseme todas las ganas y terminar por pensar que tenían lo que se merecían. ¡Cómo coño puede coger la portavoz y sacar un comunicado que casi-casi es un canto a la españolidad!

La verdad, es escucharle a esa señora y quitársete las ganas de defender sus posturas.

25 enero, 2008 15:39  
Blogger Bakeaorain dijo...

Mi solidaridad con Atutxa, Knörr y Bilbao pero no voy a acudir a la manifestación porque me niego a que me digan cuándo hay que ir juntos y cuándo no. Y el 9 de marzo, al margen de cálculos partidistas, tenían que haber alcanzado un acuerdo para acudir conjuntamente a las Cortes españolas, antes de llegar a acuerdos previos con nacionalistas gallegos y nacionalistas catalanes. El primer acuerdo se tenía que haber realizado en casa. Ahora que no me esperen en la manifestación y que se lo curren bien en campaña para movilizarnos porque de momento van por mal camino. Ya está bien de tanta división con la que está cayendo.

Gero arte

26 enero, 2008 12:29  

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