Los intereses del SEA


Badaia

Hace unos días el Secretario General de la patronal alavesa, Juan Ugarte, compareció en rueda de prensa para realizar graves acusaciones contra el Gobierno Vasco.

El Señor Ugarte pintó un panorama negro para la economía vasca y alavesa, indicando que entre julio y septiembre la situación del empleo en Alava se había deteriorado notablemente, y anunciando cierres de empresas y regulaciones de empleo masivas para los próximos meses.



En la misma rueda de prensa el Secretario General del SEA criticó la falta de liderazgo del Gobierno vasco ante la crisis y calificó de insuficientes las medidas adoptadas por éste en el acuerdo de dinamización de la inversión pública.

Las declaraciones del señor Ugarte causaron extrañeza entre la clase empresarial, por no corresponderse con la situación real de la economía alavesa. Ni ADEGI ni CEBEK han realizado valoraciones similares, y la patronal española se ha mantenido muy prudente frente al gobierno Zapatero pese a que la situación económica en el Estado es mucho peor que en Euskadi.

Hoy, además de extrañeza, hay perplejidad. Según los datos del EUSTAT, conocidos ayer, entre los meses de julio y septiembre la población ocupada en Alava ha crecido en 3.200 personas, de modo que aunque estamos en crisis es evidente que de momento la afrontamos mejor que los demás, y es evidente también que las manifestaciones del Sr.Ugarte no se correspondían con la realidad.

El desempleo en Euskadi asciende actualmente a un 3,5%, pudiéndose considerar por lo tanto que nos encontramos en una situación de pleno empleo, y durante el último trimestre los 5.500 empleos perdidos en la construcción se han visto compensados por los 7.800 empleos creados en la industria.

Así, aunque nos encontramos como el resto del mundo ante una crisis, la estamos afrontando mejor que nuestros vecinos. Esta afirmación no es una muestra de autocomplacencia, sino la constatación una evidencia que la estadística viene a confirmar. Por ello sorprende la actitud del SEA, que solo puede estar motivada por intereses políticos.